Parálisis Alérgica

 El decoro del teatro se ha venido abajo, como esa última hoja de otoño que anuncia la llegada del invierno, como esa primera lágrima que se arrastra por tus mejillas en lo que se te agarrota la garganta por tu dolor.

'Le sorprendía que lo más característico de la vida moderna no fuera su crueldad ni su inseguridad, sino sencillamente su vaciedad, su absoluta falta de contenido. La vida no se parecía, no sólo a las mentiras lanzadas por las telepantallas, sino ni siquiera a los ideales que el Partido trataba de lograr.' 

                                                                                                              - '1984', George Orwell

 

Dirán que sólo los más paranoicos harían caso a Orwell, en su libro '1984', cuando predecía el completo alineamiento de la sociedad humana. Y es que, en verdad, nos hemos vuelto un rebaño. Un rebaño que no es consciente de su existencia si ese Pastor nos da su mínimo de alimento y distracción. Como cuando uno pasea entre las enormes fincas de Extremadura, granjas llenas de vacas que nos miran, nos observan, somos su espectáculo, su circo mientras ellas se alimentan. Somos esas cabras, ovejas o vacas que observan lo que se nos tira a la cara sin protestar. La 'telepantalla' (televisor) y la 'micropantalla' (teléfono móvil) ha sido la demostración más clara del Pastor o los Pastores en poder controlar un rebaño no tan alterado desde hace cientos de años. Han suprimido alguna oveja negra que lideraba un pensamiento único, diferente al Pastor, que se quejaba de que no le pusiera su alimento de siempre sino una vomitiva pasta que te alimentará mejor, pero que es una publicidad engañosa para que te vuelvas blanco como los demás.

Se acabó la humanidad solidaria, anárquica y autosuficiente. Se terminó para ellos la vida. Las corporaciones han ganado, el público escuchará sus canales (90 % de los medios de comunicación) sin dejar paso a nuevas ideas independientes y negándolas hasta la muerte. Es el comienzo de la creación de los fanáticos corporativistas. Es un mundo menos robotizado de lo que esperábamos hoy día, pero, ¿sigue siendo humano? 

Seremos tratados como los milenarios indios americanos de las reservas. Viviremos de una renta básica al no poder trabajar en los sectores que cambiarán el labor humano por la maquinaria más barata (y más productiva). Adiós carpinteros, adiós albañiles, adiós camareros, adiós enfermeros, adiós recepcionistas.

La última gota está a punto de caer del vaso. Y nos quedaremos leyendo artículos como este, sin saber cómo reaccionar. Insultando al que piensa diferente, echándole en cara algunas faltas de ortografía o su malestar con la sociedad. Nos quieren en guerra, nos quieren destrozar por dentro. Nos falta respirar más profundo, reflexionar, y apagar todo el tinlado electrónico orweliano de nuestras casas.

Deberíamos tener el derecho a saber la verdad: morir de pie...

...Pero, tenemos la certeza de vivir en una mentira: de rodillas...

Mi más sincero pésame a la humanidad.

"La libertad no tiene nada que ver con la experiencia, nada que ver con la edad; me parece que la esencia misma de la libertad radica en comprender todo el mecanismo del hábito, tanto de los hábitos conscientes como de los inconscientes. No es cuestión de terminar con el hábito, sino de ver totalmente su estructura. Ustedes tienen que observar cómo se forman los hábitos y cómo, negando o resistiendo un hábito, se crea otro hábito. Lo que importa es estar por completo conscientes del hábito; porque entonces, como verán por sí mismos, ya no hay más formación de hábitos. "

                                                                                        - 'El libro de la vida', J. Krishnamurti