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Mostrando publicacións coa etiqueta poesía

La repetición de valores y el descubrimiento solar

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  Una tarde viajando en el transporte público, Cuando todo ser se mostraba atareado en su mente por ver alguna anomalía externa utilizando el secreto de su mente, Comencé a reflexionar las incesantes rutinas que al ser humano le convierte en mortal. Si mortalidad es el hecho impoluto de aquella línea marcada que toca a su fin, Los carteles y las propagandas del subconsciente que elevan el alma hacia la perpetua decadencia se incrementan notablemente. Lo observas en sus miradas, sin traer de nuevo el término rebaño, Ellos son lobos cuya aceptación viene del consenso de ideas que comparten cada uno de ellos. ¡La opinión solamente tiene colores! ¡Y nadie sabe a qué se debe ese cromatismo! Ahi cuando las andanzas de cualquiera prevalecen, andanzas mundanas que el más precoz mortal pagano ha experimentado. No importa, mientras yo sea el eclipsador de la experiencia, Vosotros seréis mi rebaño – sus miradas dicen eso. No existen explicaciones que hayan sido enroladas...

El interminable inicio de una forma de ser

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  Esta es la época de la decadencia social aguda, Un filo de la navaja bien cortante, Amenazante para resquebrajar la identidad innata, Un espírito demagogo basado en lo pagano, Corrompido en lo material, alienado en lo mental. La psicología se basa ya en meros hechos rutinarios, En el psicoanálisis del sueño despierto, Del hambre a imponerse a la voluntad de ideas, En el camino que separa la aleatoriedad de lo curioso Con la virtuosidad de la aceptación social de hoy día.   Años oscuros por el encerramiento físico Donde la mentalidad se daña a través de la confusión, ¿Y qué es esto sino más que una disfunción del raciocinio? Un malestar inconsciente que cabe a la perfección, Como si fuese acondicionado por un sastre del control, En esta diaria transfusión del pensamiento.   La crítica está perdida, El humor ha ganado una batalla Pero se aliena al filo de la navaja Donde se aliena al rebaño Cuando anochece y el frío se tumba. ...

Corralito. El Despertar.

Trigo, manzanas y líderes en una cesta, comerciando casa por casa por la avenida. Sales minerales de roca junto a azufre dan color, y vecinos sin amigos sufren y callan el dolor. El poblado prospera: hay algodones dorados. Mientras el árbol más viejo es desahuciado de sus hojas. El líder comercia con la plebe, algodones bronceados para ellos, y dice no ver esclavos. Tras la tormenta de bolas heladas del espacio hogares sin tejado han quedado libres, y los viejos sabios viven ya fuera del campo, donde no hay naturaleza pero si hay trabajo. “Los algodones absorberán el agua creando un invencible tejado”. Aquel pobre ajusticiado por idear, nunca más hablará.

Diverso control

Aquella señorita de la inspección observó en su hogar una transformación que provocó por su mirar. Hay goteras por el techo, Hay aroma a incienso triste Sobre la penunmbra En su soledad. Aquella señorita de la observación, Salió a la calle a explorar, Creyendo en alguien a acompañar, Dispuesta a ser reina del amor. Hay señores, Hay aroma a diversión fugaz, Sobre la intimidad Bajo la luna nueva. Aquella señorita del repaso, Alcanzó notar en sí Su centro terrenal Solo por no estar a solas. Crees en el sol y su socio, Cuando su socio no ve luz Sobre tus pupilas Quemando sus retinas. Aquella señorita del vistazo, Peleó para decir no A los soldados del sol Para destrozarte a ti. Pues en tu lado oscuro de la luna, No hace tanto frío Como en las estrellas No tanto calor.

Turbio Malestar

Basura efervescente de mundos, imaginarios realistas del reciente, dañando la vista ciega del olvido, sentimientos que alteran su anclaje exterminan furiosas de dolor una muerte despiadada se marcha, al ver sus desechos tirados al pozo del viejo Lois, una casa llena de amor, con visitantes del pasado no muertos con ganas de seguir muriendo a ellos del amor.

Solistad

Bajo la luna llena /Conozco una leyenda, Con animales nocturnos, Aquí por la sierra. Y es que existe un ser, Una especie de creencia Basada en una mujer fatal Capaz de matarte. Sale al acecho sin temor De aquellos chiflados Que buscan su beso Y acaban quemados e ilusionados. No podrás acercarte, Si tu vida pende de un hilo. Y si la miras te encantará Para que cuando consigas tu propósito, Ella te arrancará tus entrañas Y de por vida Tu amiga será soledad./

Parálisis en el ombligo

Aguafuerte de bella dama /Impregnas todo el agua purificada, el rastro del barro que no resbalamos para seguir por la bajada hacia la costa y que el sol alumbre esa agua caída de tu sudor. Entre tanto unos pájaros me observan, se llaman entre ellos, y es que no quiero que te vean entre un tronco quiero taparte con una hoja de helecho tu cuerpo, y decirle a mama: ¡Que somos iguales! Llegamos a la playa por el viento de las alas de las aves que nos empujan al mar juntos, y suele terminar ahí todo, en el mar. Solo que el horizonte no se percibe fielmente, no sabemos qué banda de pájaros hibernarán al norte, solo sabemos que seguiremos esos pájaros que, en honor al planeta y a su madre vibraron desde el centro de la Tierra al conocer esa moviola, de amor, al conocer nuestra historia, mi amor./

Al lado de un río

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Al lado de un río, Colgaba chaquetas y las tendía, Vendía agua y lana, Las ovejas nadaban y cruzaban el agua. El tronco de madera se lo llevó la corriente , Y seguí colgando chaquetas y las tendía, Al lado del río. Dentro del agua me metí, Empujé a una oveja que no sabía nadar, Me agarré a su lana mojada, Y llevé a mi espalda la oveja empapada, Le corté la lana y volví a mi sitio, Donde colgaba chaquetas y las tendía, Al lado de un río.

Nas meniñas dos teus ollos

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  Onte pasei por alí, Alí non quixeches verme. Verme tan dentro de ti, É mellor que nin o penses.   Queiro bandeiras azuis, Azuis coma teus braziños. Queiro un paseo co mar, Co mar sempre e súas ondas.   Queiro mirarme Nas meniñas dos teus ollos   Vai vir pequeno xurel, Rapaziño colle olas. Sente o vento caer, Mais a el non lle importa   Vivo na beira do mar, Non me digas nada máis. Se respirar pura vida Definindo nosas rías.   Queiro mirarme Nas meniñas dos teus ollos

Estela Balear

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Tu encanto es elevado Tu rostro desde tus aires La costa ya es mi hogar Montañas pobladas de estrechos caminos Alrededor del mar.   Gaviotas aterrizando libres En frente de la gran invasión Y los patos parando el trafico En esa playa de la bahía tan firme Te querría besar yo.   Buscando lugares de exploración Sobre las rocas, tocando el agua Cantando de noche a los barcos atracados Era la misma estrella que alumbraba Tus ojos de miel.   La llaman sus gentes atadas Que se encuentran a la vez, Llenas de centenarias comparsas, Demonios flexibles ardientes... Allí, donde bajara un tal Jaime, Príncipe de los infiernos, Rey de los mares, Plebeyo de otra cruz latina.   Años más tarde las estrellas volverían, Gentes de mucho encargo, Trabajadores del carbón y acero, Que no regalan una onza, no, Ya que temían por sus vidas lejanas, Ya no volverían al norte más, Y es que en esa bahía, Más valen las sugestiones...

¿Y quién merece hablar de libertad?

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¿Y quién merece hablar de libertad? ¿Si cada uno busca esa fuga? Un rato libre para fumar, y volver a hablar. Un árbol centenario, por la mitad. ¿Y quién dice ser la tranquilidad? ¿Si viejas de los pueblos viven tranquilas? Esos nervios por buscar, que ya no están. Un rayo de sol en el agua, la flora alumbra. Papel mojado y roto, fina arena de la playa, almacén de nieve y trozos, y muchos trozos de libertad. Racimos de uva gris, rocío de la noche, iluminan el sentir, y sintiendo de noche la libertad, y sintiendo de vida, la natura.

Jackie "La Buena"

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Era nueva en este mundo Y aprendió quizás raro, Eludiendo a vastagos Libreros en su barrio. No era fácil: pandillas Violentas pasando por los bares, Detrozaban semana sí Semana no ricos licores. Y Ella tan astuta se escondió Percatándose y pensando: ¡Pasad de mí, pasad de todo! ¡Pasad de mí, pasad de todo! ¡Pasad sólo de mí, no soy tan importante! -quiero salir- Y entonces ella se levantó, Tocando su cintura desenfundó su revolver. Contraatacaron los ladrones de licores, Su cobertura fue ponerse detrás de la barra. El camarero suspiraba, Sacando la foto de su mujer. Veía al techo como rezando, Volviendo al suelo se encogió. Aquel barman ciego escapó del tiroteo, Mientras pensaba: ¡Pasad de mí, pasad de todo! ¡Pasad de mí, pasad de todo! ¡Pasad sólo de mí, no soy tan importante! -quiero salir- Ella se volvió superviviente, Ladrones muertos y un camarero en la calle. No puedes fugarte llena de sangre P...

The Assassination of God: Allegory to Glory (EN)

ALLEGORY TO GLORY Seeing games of yesteryear -It's hard to say, but it's like that- we crashed on that bed of luck, during our lengths Those species of minds -calls about his agile instinct-, incessant libertarians to the "you hostile" although cesareas that shine Your most creative good. And you say of us, -that you have not accompanied- how many you worshiped being servants of death They will be the misfortune itself. For your apparent luck as told by your chalice, that you will be cursed ascetic and forest novelesco. And I would like to meet you, even if I was skeptical -who will be like this for you- wanting, through the dark channels, a single moment in which, alone, We can expedite the account: Is that insane head, or only mine in your ecstasy -While you laugh- when do we have the heyday?

El Asesinato de Dios: Alegoría a la Gloria

ALEGORÍA A LA GLORIA Al ver juegos de antaño -es duro decirlo, pero es así- nos estrepitamos en ese lecho de suerte, durante nuestros largos. Esas especies de mentes -llamadas en cuanto a su ágil instinto-, libertarias incesantes al “tú hostil” aunque cesarias que sacan a relucir tu bien más creador. Y dices tú de nós, -que no has acompañado- cuanto aquellos que venerabas siendo siervos de la muerte serán la desgracia en sí. Por tu suerte aparente en lo contado por tu cáliz, que serás maldito ascético y novelesco de los bosques. Y querría conoceros, aunque fuera escéptico -que por muy cuenta vuestra seremos así- queriendo, a través de los sombríos canales, un solo momento en el que, a solas, podamos agilizar la cuenta: ¿Es la cabeza aquella demente, o solo la mía en tu éxtasis -mientras ríes- cuando tenemos el apogeo?

Poesía Surrealista Galega

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CHEIRO A CENTEO E XAMÓN ASADO Nas mañás cando abría o Pandereta, soaban os galos da Botica, Manoliño, tiraba pra' praza onde hai festa. Nas mañás cando abría o Pandereta, Xurxo bebía o viño da cunca rubia, Aurelio lía as novas de ver quen rouba. Nas mañás cando abría o Pandereta, pan e festa. Nas mañás cando abría o Pandereta, a fonte cheábase de xente: na Botica chegaba o verao. --------------------------------------------------------------------------------- O YUPANQUI E A CERRAZÓN DAS IDEAS E agora seguimos manexando os cambios bruscos da vida. No deserto levo un coxín, en forma de carozo de pexego, cunha cor alaranxada típica do areal onde crecín. Mentres o azul escuro, terrible medo das temibles mulas, embebedábase na xesta da lúa, amiguiña da sen-razón. E posibelmente as alimañas do presente, das visións de Deus máis eu, das crecentes e curtidas terras cheas, poderán presumir cando queiran, investigarán racimo...