Jackie "La Buena"
Era nueva en este mundo
Y aprendió quizás raro,
Eludiendo a vastagos
Libreros en su barrio.
No era fácil: pandillas
Violentas pasando por los bares,
Detrozaban semana sí
Semana no ricos licores.
Y Ella tan astuta se escondió
Percatándose y pensando:
¡Pasad de mí, pasad de todo!
¡Pasad de mí, pasad de todo!
¡Pasad sólo de mí,
no soy tan importante!
-quiero salir-
Y entonces ella se levantó,
Tocando su cintura desenfundó su revolver.
Contraatacaron los ladrones de licores,
Su cobertura fue ponerse detrás de la barra.
El camarero suspiraba,
Sacando la foto de su mujer.
Veía al techo como rezando,
Volviendo al suelo se encogió.
Aquel barman ciego escapó del tiroteo,
Mientras pensaba:
¡Pasad de mí, pasad de todo!
¡Pasad de mí, pasad de todo!
¡Pasad sólo de mí,
no soy tan importante!
-quiero salir-
Ella se volvió superviviente,
Ladrones muertos y un camarero en la calle.
No puedes fugarte llena de sangre
Pero lo hizo.
Aquel desierto de pueblo,
Donde libreros, bares, desechos
Convivían ladrones fugazes
Con la salvaje Jackie
‘La Buena’.
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