Parálisis en el ombligo
Aguafuerte de bella dama
/Impregnas todo el agua purificada,
el rastro del barro que no resbalamos
para seguir por la bajada hacia la costa
y que el sol alumbre esa agua caída de tu sudor.
Entre tanto unos pájaros me observan,
se llaman entre ellos,
y es que no quiero que te vean entre un tronco
quiero taparte con una hoja de helecho tu cuerpo,
y decirle a mama:
¡Que somos iguales!
Llegamos a la playa por el viento
de las alas de las aves que nos empujan al mar juntos,
y suele terminar ahí todo, en el mar.
Solo que el horizonte no se percibe fielmente,
no sabemos qué banda de pájaros hibernarán al norte,
solo sabemos que seguiremos esos pájaros que,
en honor al planeta y a su madre
vibraron desde el centro de la Tierra
al conocer esa moviola,
de amor,
al conocer nuestra historia,
mi amor./
el rastro del barro que no resbalamos
para seguir por la bajada hacia la costa
y que el sol alumbre esa agua caída de tu sudor.
Entre tanto unos pájaros me observan,
se llaman entre ellos,
y es que no quiero que te vean entre un tronco
quiero taparte con una hoja de helecho tu cuerpo,
y decirle a mama:
¡Que somos iguales!
Llegamos a la playa por el viento
de las alas de las aves que nos empujan al mar juntos,
y suele terminar ahí todo, en el mar.
Solo que el horizonte no se percibe fielmente,
no sabemos qué banda de pájaros hibernarán al norte,
solo sabemos que seguiremos esos pájaros que,
en honor al planeta y a su madre
vibraron desde el centro de la Tierra
al conocer esa moviola,
de amor,
al conocer nuestra historia,
mi amor./
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